sábado, 26 de octubre de 2013

Equipamentos y Organizaciones Sociales



PRINCIPALES COMERCIOS DEL BARRIO
 MARCO FIDEL SUAREZ ATRAVES DE SU HISTORIA


Almacén el Portugal  contiguo al parque central , almacén  Gomez, panadería san judas , la cooperativa Diagonal 46 sur con Carrera 12 , Lavandería Independiente Diagonal 46 sur con Carrera 15 ,Restaurante Yomary en varios Supermercados en varios puntos , Supermercado San Jose, Droguería Sary aun existe, Vidrios Zamudio, 

COLEGIOS :
Carlos V, Ramón Briceño , Senderos de Paz, Liliana María, Antonio Vivaldi, Escuela Casa Blanca, Escuela Antonio Ricaute, Escuela Marco Fidel Suarez, Colegio León de Greif, Colegio Reino Unido de Holanda, Colegio Alexander Fleming, Colegio Reino de Holanda, Colegio Hermanos Beltrán, Psicopedagogico Marco Fidel Suarez, Instituto Bilingüe Interamericano, Colegio Monte Soriano, Colegio Ciudad de Viena, Liceo Parroquial San José 

ORGANIZACIONES SOCIALES:

Juntas Marco Fidel Suarez y San Jorge, Parroquia San Judas Tadeo, Junta Defensa Civil Barrios Marco Fidel Suarez y San Jorge, Comité Cívico San Jorge, Comité Cívico Marco Fidel Suarez, Asociación Madres Comunitarias Marco Fidel Suarez,  Asociación Madres Comunitarias Terrazas de San Jorge, Asociación Frentes de Seguridad  Localidad 18 Rafael Uribe Uribe, Iglesia Cristiana Senderos de Paz, Iglesia Cruzada Cristiana, 

BANCOS:

Coopdesarrollo, Mega Banco, Banco de Bogota,

EVENTOS HISTÓRICOS:

Visita del Presidente Carlos Lleras Retrepo, visita del General Roso José Serrano, visita General Luis Ernesto Giliver Vargas, General Teodoro Campo Gomez, visita del Ministro de Justicia Carlos Medellin, visita de Alcalde Mayor Antanas Mokus, visita de la Secretaria de Gobierno Clara Lopez Obregon, visita de la Gerente de Misión Bogota, Claudia Lopez

EDILES ELEGIDOS:

Nelson Perera Salina, Rosember Ovalle, 

PÁRROCOS:

Luis Eduardo Cordoba, Francisco espinosa, Teofilo Tobar,  Jaime Bonilla,  Mario Vega, Octavio Soler Camilo Urrego, Andres Perez Lizardo

domingo, 6 de octubre de 2013

LA CALLE 46 SUR, MAS ALLÁ DE UNA NOMENCLATURA

La diagonal 45 F sur, en el barrio Marco Fidel Suárez, comienza en la transversal 16 A bis y se extiende hasta la avenida Caracas, de oriente a occidente. Queda a un cuarto de hora del centro de la ciudad en Transmilenio, porque el trayecto puede durar hasta 40 minutos en una buseta. Si se le pregunta a un habitante de este barrio sobre su ubicación nunca nos daría razón. Si se le pregunta por la “calle 46” responde de inmediato. Este era su anterior nombre, y pesar de que el cambio de nomenclatura lo modificó, la siguen llamando “La cuarenta y seis”. La misma que vio nacer hace más de 60 años los barrios Marco Fidel Suárez y San Jorge. A lo largo de esta avenida usted puede desayunar, conseguir los ingredientes para un buen almuerzo —o comprarlo hecho—, citarse con el novio o la novia, peluquearse para verse bien, apostarle un rato a la suerte, comprar un regalo, cenar, tomarse una cerveza con un amigo, curar una resaca con remedios naturales o artificiales, jugar micro fútbol o baloncesto, orar y arrepentirse de todos los pecados. Hay 202 establecimientos comerciales que forman un cúmulo de colores, formas y sonidos a lado y lado de la calle, similar a una avenida principal de pueblo.
Entre los más comunes están: 11 panaderías, con ese único y provocativo aroma; 11 mercados de verdura —o líchigos—, llenos de ese verdor propio de estos alimentos; 12 restaurantes dispuestos a servir los “tres golpes” diarios, 20 centros de comunicaciones o cabinas telefónicas, 9 puntos de apuestas, conocidos como chances. Hay 10 tiendas de paredes y mesas amarillas —que es el color distintivo de la marca de cerveza más consumida—, donde es común escuchar, al máximo volumen, los éxitos de los artistas populares: Darío Gómez, Johnny Rivera, Giovanni Ayala, Charrito Negro, Los tigres del Norte, seguidos de las voces de personas que los corean a viva voz. Continúan la lista las seis peluquerías en las que usted se puede acicalar para cualquier reunión y los tres únicos y particulares negocios de hierbas: sitios especializados en la venta de plantas medicinales que curan resfriados, malestares estomacales, dolores de cabeza, resacas y hasta matan pulgas.

LA DECADENCIA

Durante varios años, la 46 fue la vía de acceso principal a los barrios Marco Fidel Suárez, San Jorge y San Pablo, por la que era conocida como “la Principal”. Por ahí llegaban las rutas provenientes de la avenida Boyacá, la 68, la carrera 30 y la Caracas, lo que estimuló el desarrollo comercial del sector. Pero aunque estaba iluminada, la opacaba la inseguridad. El parque, localizado en la 46 con carrera 13, era el epicentro del robo, y no era recomendable pasar por este lugar de aroma agridulce —un olor generado por la combustión de la marihuana— en las horas de la noche. Un CAÍ, localizado en el lugar desde hace ocho  años, se vislumbró como la única solución.
La construcción del sistema de transporte masivo por la avenida Caracas fue algo significativo para el futuro de esta polifuncional avenida. Desde el año 2000, la “Principal” no sería más la calle 46; la 47 sería su reemplazo. Nació la estación de Transmilenio de Santa Lucía, de modo que la única manera de ingresar al Marco Fidel Suárez fue por esta calle; la 46 vio su habitual camino sellado por ese esperpento de metal y vidrio donde se detienen grandes buses rojos atiborrados de personas, que más parecen mercancía de carga que seres humanos. Ya no sería el camino de llegada de los trabajadores y estudiantes hacia sus casas y el descanso nocturno; ahora se convertiría en el punto de partida de los habitantes hacia sus obligaciones laborales y académicas, en medio de las heladas madrugadas, puesto que los buses que cubrían algunas de las rutas que salían desde estos barrios hacia las principales avenidas partirían de allí.
Con la llegada del Transmilenio se implantó el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para Bogotá y vino el cambio de nomenclatura. La calle 46 pasó a ser la diagonal 45F. Su sucesora contó con similar suerte, de calle 47 a diagonal 46. Por ello una dirección tan sencilla como “carrera 15 calle 46-12 sur” se convirtió en un adefesio numérico-literal como “transversal 16H Diagonal 45C 12 sur”, llevando a que muchos se perdieran “¡incluso para llegar a su propia casa!”.
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SI SE PRENDE UNA LUZ SE APAGA OTRA

El tramo que solía ser más transitado en la 46 iba desde el parque (carrera 13) hasta la avenida Caracas. Esto la hacía luminosa y llena de vida, pero esa luz —al no tener el mismo volumen de visitantes nocturnos— se trasladó al sur, a su sucesora. Su pavimento se fue agrietando poco a poco, pero para el sistema de transporte masivo que se inauguraba en esos días no tenía importancia. Se buscó remediar el daño a la malla vial con soluciones pasajeras, como regar escombros, lo que sólo aumenta el daño: la calzada parece la escenografía de un comercial de camionetas 4x4. Si se hace una reparación oficial, con “ingenieros, maquinaria y toda la cosa”, sólo se efectúa en un absurdo tramo de máximo 10 metros, “y eso porque el barrio esté de buenas”, según afirma la dueña de una de las panaderías más antiguas. Como si se escogieran al azar las partes de la calle que se van a reparar, es común ver un trayecto largo de obstáculos callejeros y en medio un sendero en perfecto estado.
La calle 47, conocida como “la principal”, fue repavimentada casi por completo. Los hijos verdes de los grandes buses rojos, conocidos como alimentadores, ingresarían a estos barrios por allí. Poco a poco fue recibiendo nuevos y antiguos comerciantes, empezó a llenarse de negocios que la reactivaron. “Es que, al ver que ahora la principal iba a ser la 47, mucha gente se empezó a pasar pa’ allá”, comenta un habitante del Marco Fidel Suárez que reside allí hace más de 17 años, y ha vivido muy de cerca este cambio. ¡Y se hizo la luz! La calle 47, que ni siquiera era común para el transeúnte se volvió en la más polifacética, iluminada y recorrida del Marco Fidel Suárez. Al suprimir las rutas por la Caracas, comenzó a ser transitada por los habitantes que vienen de alguna parte de esta avenida y que, desde la estación de Santa Lucía, recorren a pie lo que queda para llegar sus casas. Le dio un impulso grandísimo a los establecimientos comerciales. Se podría decir que goza de un mayor esplendor del que tuvo su antecesora.

 EL PÁRROCO IMPULSOR DEL MARCO FIDEL SUAREZ

Hacia 1958 un joven llamado Luis Eduardo Córdoba, estudiante de Contaduría, empezó a trabajar para Rafael Carvajal, dueño de una empresa urbanizadora. Luis hacía la contabilidad del loteo de una urbanización que se construía al sur-oriente de Bogotá. Las personas que adquirían estos lotes tenían que recurrir a hipotecas para poder hacerse propietarios de una porción de terreno. La mayoría de ellos provenía del campo, tal como lo dice José Mauricio Sierra —uno de los habitantes más antiguos— en un pequeño libro que cuenta la historia del Marco Fidel Suárez. La división de las calles, avenidas y lotes hecha en esa época es la que aún existe.
A pasar el tiempo, Luis evidenció la importancia de destinar zonas para el desarrollo de la comunidad: parques, escuelas, centros de salud. Aprovechando la amistad que había formado con su jefe, le comentó su inquietud, argumentando que no sólo había que pensar en el dinero. Don Rafael se disgustó con ese comentario. Los enfrentamientos entre los dos se hicieron comunes, Luis, incluso, fue acusado de “comunista”; así que, cansado de la intransigencia de su jefe, optó por renunciar en diciembre de 1959. En 1960 terminó su carrera y decidió irse a un seminario ubicado en la Ceja, Antioquia. Seis años después se ordenaría como sacerdote. Por cuestiones del destino, en noviembre de 1968 fue nombrado párroco de la Iglesia San Judas Tadeo, en el barrio Marco Fidel Suárez; capilla fundada el año en que dejó de trabajar con don Rafael.
Lo primero que hizo fue acercarse a la gente. La apatía y desunión de los habitantes era una constante, además, había una rivalidad entre aquellos dos barrios hermanos. Un ambiente muy difícil porque la mayoría de personas que llegaron a esas tierras habían sido desplazadas por la violencia bipartidista que desangró al país; ningún vecino podía confiar en su prójimo debido a las secuelas que esa cultura de la violencia.
Pero fue en la Iglesia, ubicada en la calle 46, donde se generó un tipo de resistencia. El padre Luis Córdoba estaba empecinado en cambiar la mentalidad de los habitantes de los dos barrios, en quitarles esa desconfianza tan arraigada en pro de su desarrollo. Tuvo que enfrentarse a los gamonales de la zona, razón por la que empezó a recibir amenazas de muerte. Poco a poco consiguió el apoyo de los vecinos. Ahora sí tenía las herramientas para hacer realidad aquello que intentó 10 años atrás en el barrio.
En enero de 1970 fue capturado por dos personajes en pleno centro de la ciudad. Resulta que días antes citó a un grupo de personas a la iglesia, les dijo que llevaran picas, palas y “todas las herramientas que tuvieran”. En el costado sur de la iglesia había un terreno que aún no había sido construido, el padre Luis, al verlo, pensó en el colegio que tanto le hacía falta a su barrio, y se dio a la tarea de trabajarlo y cercarlo. Los vecinos lo apoyaron respondiendo a un persuasivo aviso que puso el párroco: “Primero morir que ceder”. Era una situación arriesgada porque aquellos terrenos pertenecían a la familia Pardo Morales. Efectivamente, al otro día de empezar las obras, la familia lo demandó.
Lo metieron preso, e indignado por semejante abuso de autoridad alegó: “¡Señores! Si ustedes no se la saben yo se las voy a enseñar, un niño, cuando no quiere jugar más dice tacho remacho (…) eso en derecho se llama Habeas Corpus… ¡o me llaman al juez o me tienen que dejar libre! O si no, pongo una denuncia por abuso de autoridad”. Motivo suficiente para hacerse merecedor de una golpiza. De allí fue trasladado a una celda. Le pidió a un militar que pasaba cerca que llamara al secretario del Presidente de la República: Álvaro Leyva Durán, amigo suyo. Estaba preso en el palacio de San Carlos.
Álvaro Leyva se hizo presente, lo sacó de ese lugar y le pidió que le explicara qué había sucedido. El padre Luis le pidió que lo llevara a hablar con el presidente Misael Pastrana Borrero. También contó la historia y aunque el Presidente reconoció que invadir los terrenos estaba mal hecho, le ofreció todo su apoyo. Esta es otra de las anécdotas que narra José Mauricio Sierra en su libro, Diario de un híbrido.

OBRAS CON EL SUDOR DE TODOS

El Alcalde de la Ciudad, Carlos Alban Holguín, y el Secretario de Educación, Antonio Bustos Rivero, a petición del Presidente, dieron al padre una indemnización por cinco millones de pesos. Luego los terrenos fueron comprados por el distrito, y, con los cinco millones se inició la construcción del Colegio León de Greiff, que duró ocho meses.
Luis Eduardo Córdoba había logrado su cometido: los vecinos estaban trabajando por el bienestar general. La junta de acción comunal era una de las más organizadas de la ciudad. Sin embargo, aún el barrio tenía problemas, uno de ellos la poca cobertura de los servicios públicos. Rafael Carvajal había vendido los lotes sin pensar en abastecerlos de agua, alcantarillado y energía eléctrica, lo que representó un gran problema. El padre decidió hablar con el gerente del Acueducto de Bogotá para poder meter las acometidas al barrio y que cada quien tuviera agua en su casa para no recurrir a las arcaicas pilas, en las que se creaban largas filas y se formaban peleas. Lo logró; al poco tiempo los dos barrios tuvieron su propio acueducto. El alcantarillado y la energía eléctrica fueron gestionadas por la Junta de Acción Comunal. La pavimentación también fue gestionada por los vecinos. Los barrios Marco Fidel y el San Jorge ya no eran entes separados, sus habitantes trabajaron unidos como nunca lo volverían a hacer.
Ya eran comunes las acciones conjuntas que enorgullecían al padre Córdoba. El parque era un agradable espacio destinado al paseo de los habitantes, tenía prados, jardines, bancas, pero el mal uso lo dañó poco a poco. Los vecinos se dieron a la tarea de reconstruirlo, trabajaron en sus ratos libres y los fines de semana; para financiar la remodelación, hicieron colectas. Su ubicación no ha cambiado: justo en frente de la Iglesia, al otro lado de la calle 46.
A pesar de tantas gestiones y buenas intenciones, aparecieron otros problemas. En los chircales del barrio se fabricaron la mayoría de ladrillos con los que se construyó gran parte de las casas, pero ocasionaban un gravísimo problema ambiental y había que clausurarlos. El padre vio la solución para que no fueran afectadas las familias que vivían de este oficio: propuso la creación de cooperativas de producción de ladrillo para poder adquirir maquinaria que simplificara la fabricación del ladrillo; hizo varias investigaciones y gestionó la capa citación; pero se encontró con el egoísmo y conformismo de estas personas, los jefes de familia sólo pensaban en conseguir la exigua cantidad de dinero para emborracharse. Los esfuerzos del padre fueron en vano y así se perdió la oportunidad de fundar una verdadera empresa ladrillera competitiva. Los chircales fueron cerrados.
La última obra que hizo el padre Córdoba fue comunicar al barrio con la ciudad. Este —como muchos barrios de Bogotá— no fue concebido ni organizado como parte integral de la ciudad; sus obras se fueron realizando según las necesidades. Para entrar había que ir hasta el barrio San Carlos, y girar por la calle 50 sur. La solución era abrir un pequeño segmento en el separador de la avenida Caracas para que los buses no dieran aquella vuelta —que era bastante absurda— e ingresaran directamente por la calle 46. El padre y los miembros de la Junta de Acción Comunal llamaron infinidad de ocasiones a la Oficina de Obras Públicas, y recibieron otra infinidad de excusas y evasivas. El padre decidió invitar al Alcalde Mayor y mostrarle la situación. El mandatario bogotano dio orden inmediata para que se iniciaran las obras. Desde aquel momento la calle 46 se volvió la vía de acceso principal y, mágicamente, se empezó a iluminar y a llenar de establecimientos comerciales.
Pero como todo lo bueno, duró poco. La Junta de Acción Comunal había logrado muchísimas cosas, entre ellas mantener unidos los dos barrios. Desde 1980 empezó la degradación de esta organización; muchos políticos —que nada tenían que ver con los barrios— llegaron con falsas promesas, y los líderes barriales empezaron a corromperse, a cobijarse al árbol que mejor les diera sombra. Poco a poco volvió la apatía, el egoísmo, la desconfianza, el escepticismo. Se volvió a abrir la brecha que separaba a los dos barrios. La calle 46 fue la más afectada. Aquel pavimento, hecho con el sudor y las ganas de muchos vecinos, empezó a agrietarse. La inseguridad estuvo a la orden del día, era común ver delincuentes amedrentando a los vecinos en plena luz del día. El parque se convirtió en una “olla” y un centro de acopio para la delincuencia.
En 1998 el Padre Luis Eduardo Córdoba Torres fue trasladado, noticia que cayó como un baldado de agua fría para aquellos que aún creían que el barrio —o los dos barrios— se podían salvar de la indiferencia de sus habitantes. Se volvió a conformar un Consejo Comunal que, lastimosamente, tenía miembros sólo atentos a sus intereses particulares. La 46 estaba retrocediendo aceleradamente. Ya no era ese remanso de paz y unión con el que soñó el párroco, de hecho, hasta se habían establecido un par de burdeles de mala muerte, muy cerca de la Caracas.
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NUEVOS AIRES CON EL CAMBIO DE NOMENCLATURA

Dos años después de la partida del padre, el cambio de nomenclatura parecía que le daba la estocada final; pero no fue así. La Iglesia San Judas Tadeo y el parque, ubicado justo enfrente, le empezaron a devolver la vida. El parque fue remodelado completamente, y se instaló un Centro de Asistencia Inmediata (CAÍ) para darle más seguridad a la población deportista. Hoy en día es común ver personas jugando micro-fútbol, baloncesto e incluso patinando hasta altas horas de la noche. Los fines de semana decenas de familias lo visitan para compartir un helado o un juego. Cabe anotar que en los 350.000 metros cuadrados que conforman los dos barrios no hay un mejor lugar para tales actividades.
No hay que olvidar que una parte de este sitio es especialmente colorida: el costado norte, o la “Cuadra de los Niches”. Niche es como en lenguaje bogotano se llama a un afrodescendiente o negro. Cualquier apelativo que tenga el prefijo “afro” no es bien recibido por la comunidad, pues hay quienes lo consideran como un eufemismo: “Dígame negro, no se complique”, comentó uno de los empleados de la peluquería Black and White, ubicada en el parque. Desde hace más de siete años la población negra del barrio se ha asentado en esa zona, llenando de color las oscuras noches barriales. Su peculiar forma de hablar, la música a todo volumen y la desbordante alegría, le dan al parque un ambiente de continuo carnaval, y es inevitable que se dibuje una sonrisa en la boca de quien cruce por allí; aunque para muchos sea de desagrado: “Esos negros no hacen sino hacer bulla”, afirma María Cano, propietaria de la papelería Lorena, que en otras épocas estaba ubicada en el lugar donde ahora se encuentra Black and White.
Gradualmente la seguridad se ha ido recuperando en este sector. Aunque aún se nota un poco de desconfianza entre los vecinos, hay quienes expresan que “este es un barrio pacífico”, como lo ratifica uno de los agentes de Policía del CAÍ, que agrega: “En este barrio es raro ver un robo grande, ya la gente es muy pacífica, el problema son los barrios de arriba (ubicados en las lomas); esos sí son inseguros”.

La iglesia continúa recibiendo feligreses cada noche que caminan por la 46, pero son pocos los que aún recuerdan a ese personaje que les dio esperanzas para formar una comunidad en torno a esta calle. Para aquellos que tienen presente la obra de Luis Eduardo Córdoba estos barrios simbolizan la resistencia contra la apatía, la indiferencia y el egoísmo, pues como dijo él: “Primero morir que ceder”. Sí, para todos ellos esta calle nunca será la Diagonal 45F; siempre será… la 46.

viernes, 27 de septiembre de 2013

ASENTAMIENTOS INICIALES

Los primeros pobladores del barrio Marco Fidel Suárez llegaron entre los años 1940 a 1945, en los años 1930 eran terrenos de pastoreo de chivas y ovejas por los campesinos de la época los terrenos hacían parte de la hacienda la Cañada del municipio de Usme, estos terrenos los tomo en arriendo la señora Zoraida Jaramillo de Plata para adecuar los chircales labor tradicional que se implementan en el barrio por mas de 50 años hasta 1990.
En los años 1945 y 1950 se da comienzo a los primeros asentamientos y desarrollos urbanísticos. Inicialmente estos terrenos fueron vendidos a la señora Elsa Brish viuda de Camperberg quien a su vez era esposa del ingeniero Rafael Carvajal, ellos fueron los que pusieron en venta los lotes para el desarrollo de la comunidad
El nombre del primer barrio se llamo la Cañada, posteriormente en homenaje a la hija de Jorge Eliecer Gaitan se llamo Gloria Gaitan, en esta época el paralelo 38 de la diagonal 45C sur por donde bajaba la quebrada la Cañada, dividía el Distrito de Bogotá con el I municipio de Usme separando los barrios San Jorge y Marco Fidel Suárez.

    DESARROLLO URBANÍSTICO 

El desarrollo urbanístico comenzó sin planeacion alguna, los lotes se vendieron construyendo las viviendas sin servicios públicos el agua había que  traerla desde el barrio el Claret en los años 40, luego en los años 50 llego al barrio San Carlos a traer, posteriormente con la primeras organizaciones sociales, se instalan mangueras de contrabando para las dos pilas: Una para el barrio Marco Fidel Suarez que la ubicaron el a calle 48 con carrera 14, la otra pila se instalo en el barrio San Jorge diagonal 45 con carrera 16, las aguas negras de alcantarillado se vertían por zanjas hasta la quebrada la Cañada, el desarrollo urbanístico se inicia en el barrio San Jorge en el sector de Merquefacil Avenida caracas con calle 45 por los años 1940 y después se inicio en el barrio Marco Fidel Suarez por los alrededores de la parroquia y sobre la calle 46  con carrera 14 sur hoy diagonal 45F sur con transversales 16B y 16C, posteriormente en barrio se desarrollo a través de reloteos anexos como  la Cañada; Villa Ester, reloteo Marco Fidel Suarez.


EQUIPAMIENTO

Los primeros equipamientos comunitarios fueron la primera Capilla de San Judas Tadeo construcción que inicio el párroco Teofilo Tovar en el año 1960, el padre Luis Eduardo Córdoba que llego en 29 de septiembre 1968 fue quien construye el templo múltiple actual, el parque de Marco Fidel Suarez que empezó como plaza de mercado los Domingos, el Colegio Hermanos Beltran que entro a funcionar en el año 1966 dirigido por la prestigiosa familia Beltran en donde se destaca el actual rector Hugo Beltran, La Escuela León De Greif en donde los terrenos fueron invadidos por la comunidad el 6 de Reyes de 1970 y fue creada la escuela en 1972, la construcción de la escuela Marco Fidel Suarez en los años 1965 y 1968, en el año 1968 se implementa en el barrio el programa Nacional Promoción Profesional Popular PPP SENA, en los terrenos del actual Colegio Reino De Holanda, en donde se enseñaba a la comunidad: electricidad, construcción, mecánica industrial, panadería, mecánica automotor etc. En este mismo año el barrio fue visitado por el presidente de la república doctor Carlos Lleras Restrepo. se constituyo la Escuela Hogar, donde se dictaban cursos de cocina, bordados y tejidos, ubicada en la carrera 14 con calle 47 sur y dirigida por el señor Braulio Prieto.
La junta de acción comunal del barrio Marco Fidel Suarez que obtuvo la personería jurídica numero 0527 el 25 de febrero en el año 1967 por el ministerio de gobierno, lidero y es la principal organización comunitaria promotora del crecimiento y desarrollo del barrio. Se destacaron lideres comunales como: Juan Polanco, Alfonso Uribe, Valeriano Reyes, Adriano Angulo afro descendiente, Jose Barreto, Campo Elias Martinez, Miguel Contreras, Jaime Olaya, Alberto Gomez. En las elecciones del año 1996 se aprueba en asamblea la opción de concejo comunal en vez de junta directiva, donde se eligieron a seis presidentes: Ulvano Fuentes, Mauricio Sierra, Jorge Rodriguez, Luis Arango, Antonio Sarmiento, Antonio Zapata, luego la presidenta Florelba Torre, el Señor Raul Luna y el actual presidente Ulvano Fuentes Parra.
La Asociación de Frentes de Seguridad Localidad 18 Rafael Uribe Uribe, creado el 7 de junio de 1997, responsable de los 5 encuentros locales de seguridad y la red de comunicaciones con antena repetidora instalada en el Cerro de la Popa para la seguridad ciudadana, y La Red Nacional de Frentes de Seguridad, creada el 9 de octubre de 2000 en el encuentro distrital de seguridad, integradas de lideres de frentes y alumnos de escuelas de seguridad de Bogota.
La plaza de mercado del barrio empezó en el parque central en los primeros 10 años, posteriormente ocupo los terrenos en donde hoy esta el colegio Reino de Holanda, luego los terrenos de la carrera 13A con Calle 46, mas adelante el parqueadero de la carrera 13A con Calle 47 y por ultimo la actual plaza con instalaciones del distrito en la carrera 13 con calle 46...
El primer puesto de policía funcionaba en una casa arrendada en la carrera 11A con calle 46 sur por mas de 15 años, posteriormente se construyo la Subestación Tercera de Policía San Jorge con  el apoyo de la parroquia y con aportes de ambas juntas,funciono por mas de 30 años en este lugar,luego en el año 2000 se construyo el moderno CAI San Jorge en el Polideportivo abierto Marco Fidel Suarez.
Para la construcción de las redes de alcantarillado y de las vías en la parte alta del barrio y por el alto costo se contó con el apoyo del Batallon Militar Baraya para la pavimentación de por lo menos el 95% de las vías habilitadas, en la parte plana del barrio las vías las pavimento el IDU con el programa 30-70.
En la decada de los 80 con donaciones de la comunidad se elaboro el busto en honor del insigne presidente Marco Fidel Suarez, por el escultor Daniel Alarcon y el apoyo del señor Luis Arango.

                                                        DESARROLLO SOCIAL

El desarrollo social se ha caracterizado por la diversidad cultural y multietnica de los habitantes del barrio. Los primeros pobladores provenían de los departamentos de Cundinamarca, Boyaca, Tolima,Meta y Antioquia que habían sido desplazados por la violencia pero los hijos si era de Bogota.
Los niños y jóvenes de la década de los años 50 y 60 usaban el tiempo libre bañándose en las represas  de los chircales, casando renacuajos y ranas en los juego tradicionales de soldado libertado, la lleva, las competencias de carros esferandos y patinetas, yoyo, coca, cinco huecos, con tapas de cerveza y asistiendo a los espectáculos de los circos que visitaban el barrio dos veces en el año, el alquiler de bicicletas era tradicional en donde los jóvenes por unos pesos recorrían el barrio, el alquiler de cuentos de: tarzan, llanero solitario, el valiente, caliman donde los niños y las quebradas de chingaza que tenían aguas cristalinas,el alquiler de lugares para ver televisión  por que no todos los inmuebles tenias este servicio, las películas se exhibían en el Liceo Parroquial etc.
La parroquia San Judas Tadeo ocupo un lugar de liderazgo en el desarrollo del barrio con los párrocos: Teofilo Tovar, el padre Mora, Luis Eduardo Córdoba que duro mas de 35 años y fue el artífice de las grandes obras y el desarrollo del barrio, Francisco Espinosa y Octavio Solar actual párroco.
En la Iglesia Cruzada Cristiana se destaca el pastor Alvaro Godoy y el actuar pastor Carlos Eduardo Pandiño quien transforma y modernizo la iglesia convirtiendo su infraestructura en un espacio hermoso lindo de mostrar,en la Iglesia Cristiana Senderos de Paz siempre se ha destacado el pastor Leonardo Blanco y que hoy esta ya muy enfermo.
En la Junta de defensa Civil de los barrios San Jorge y Marco Fidel Suarez fundada el 20 de noviembre de 1971. Se destacan lideres como Francisco Coronado, Marco Tulio Bejarano que consiguió la sede de la corporación y dedico mas de 40 años al servicio de la comunidad de los 2 barrios.
En el barrio funciona la Asociación de Madres Comunitarias Terrazas de San Jorge y  Asociación de Madres Comunitarias Marco Fidel Suarez que manejas 25 jardines comunitarios cada uno de ICBF para ambos barrios.
En el Comite Civico Marco Fidel Suarez se destacaron lideres tales como: Aquilino Izquierdo, Santos Borbon, Eleuterio Gomez entre otros, esta organización funcionaban  al margen de la junta del barrio.
Desde hace 10 años esta funcionando otra plaza de mercado en trasversal 16A  con calle 43, en limites del barrio San Jorge todos los martes y desde hace 3 años funcionaba en la calle.
Las actividades deportivas y culturales se iniciaron el los años 60 con la fiesta patronales de San Judas Tadeo en el mas de octubre, con los juegos de integración, los bazares y reinados, después se implemento los torneos de banquitas de la lavanderia independiente con le señor Hernan Benitez por mas de 20 años, mas adelante La Escuela Hogar con los campeonatos del señor Braulio Prieto y despues hace 15 años el señor Antonio Sarmiento "CHEJAS" desarrolla torneos y campeonatos de micro y banquitas  que integra a los niños, jóvenes y adultos los domingos y hasta las 10 de la noche entre semana, en las instalaciones del polideportivo Abierto Marco Fidel Suarez.
El 22 de agosto a las 6 a.m de 1979 un mecánico de aviación protagonizo una catástrofe al estrellar un avion que de manera ilegal había sacado del Aeropuerto el Dorado, causando 3 muertos, varios heridos y graves daños a la infraestructura del sector de la calle 49 con carrera 15, quedando el sector bautizado como el aeropuerto. Para los años 1994 y 1995 después de un estancamiento en la participación de las organizaciones sociales en las actividades del barrio, la comunidad vuelve de nuevo a integrarse y a unirse para enfrentar el grave flagelo de la inseguridad, se integra el G7 organización liderada por la parroquia San Judas Tadeo, con 7 organizaciones cívicas. Comienza la era de Los Frentes de Seguridad Local, con le lanzamiento del programa en el ámbito local en la Iglesia Cruzada cristiana el 6 de mayo de 1995, a nivel distrital el 8 de junio del mismo año con la presencia del señor Brigadier General Luis Ernesto Gulliver Vargas comandante de la policía metropolitana de Bogota en el Templo Múltiple  de la Parroquia San Judas Tadeo que albergo a mas de 5000 personas y el lanzamiento Nacional el 14 de septiembre de 1995, con la presencia del Director de la Policía Nacional General Rozo Jose Serrano Cadena con medios masivos de comunicaciones, en el barrio Marco Fidel Suarez se organizaron 65 frentes de seguridad y otro tanto en el barrio San Jorge y a partir de este año se realizaron 5 encuentro locales de seguridad desde el barrio hasta la localidad, el primero con la presencia del ministro de justicia Carlos Medellin el 27 de febrero de 1996,un encuentro inter. Local con la presencia del alcalde mayor Enrique Peñalosa el 24 de julio de 1999, en el colegio Restrepo Millan y uno distrital con la presencia del comisionado nacional para la policía el 9 de octubre del 2000.
En el años 2003 se inicia la era de la paz y la convivencia para el barrio, el barrio eligio al señor Ulvano Fuentes Parra como un ode los jueces de paz y de reconsideracion  para el distrito de paz #8 de la localidad de Tunjuelito, Antonio Nariño y Rafael Uribe Uribe.
 Para le año 2007 en dicimbre primero se firma el pacto local con la presencia de la alcaldesa local Irma del Socorro Estupiñan y secretaria de gobierno con el doctor Ricardo Herrera y con la comunidad, a raiz de los graves sucesos de convivencia con la población afrodecendiente y la policía, que protagonizaron escándalos de gran magnitud de renombre en los medios de comunicación en donde se necesito la presencia de antimotines y el comandante de la policía metropolitana  para solucionar la asonada a consecuencia del asesinato de un afrodecendiente el 15 de de septiembre del 2007 a las 7 p.m en el Polideportivo Abierto de Marco Fidel Suarez.
 El barrio Marco Fidel Suarez se encuentra ubicado en el suroriente de la ciudad de Bogota; los barrios que se limitan son: Francisco Vega, Socorro tercero sector, Danubio sur, la Esperanza, Villa del Recuerdo por el sur, Carmen del Sol, Terrazas de San Jorge por el oriente, San Jorge por el  norte y Santa Lucia por el occidente.El barrio se encuentra dividido por la diagonal 46 y calle 48 sur en Marco Fidel Suarez de estrato 3 que corresponde a la parte plana y pertenece a la UPZ 53 y Marco Fidel Suarez uno de estrato 2 que corresponde a la parte alta y pertenece a la UPZ 54; tiene 200 manzanas y 1300 predios con mas de 15000 habitantes en su mayoría niños y jóvenes .